viernes, 20 de noviembre de 2015

Como en los viejos tiempos.

¿Entonces, qué viene siendo el tiempo? Pues nada más que la suma de recuerdos.
Pero no buenos, ni malos, simplemente recuerdos. Porque a la final qué más da si lo que pasamos algún día fue bueno o fue malo, en realidad eso no debe importarnos ya que todo eso nos sirvió para estar acá, en este tiempo, en el tiempo de ahora, en este dichoso momento de ahora que parece tan penetrante y tan distante al mismo tiempo, que nos atrapa con su furia y nos hace llorar de la emoción, de la emoción de estar en este tiempo, quizá extrañando a algún otro tiempo, sí, pero y a la final qué más da, si estamos en este tiempo, y no en otro, y a éste hay que aprovecharlo, porque se nos va, se nos está yendo y nos queda tan poco, que parece tan loco desperdiciarlo de cualquier manera que no sea amando, riendo, o bailando, o no sé, cualquier cosa, pero hagamos algo. ¡Pero ya¡ ¿Y entonces qué es el tiempo? ¡Ay, a la final que más da! Es y será cualquier cosa, pero de esa cosa ya nos queda tan poca.

♪♫ [Canción para el resto de los días - Ricardo Pita]

martes, 3 de noviembre de 2015

Estrellas


Federico, así se llamaba el niño que soñaba todas las noches con convertirse en astronauta para poder conocer de cerca a las estrellas. Este era su mayor sueño, y disfrutaba mucho jugando a ser astronauta. Su sueño era tan grande que incluso cada noche se tomaba unos minutos antes de acostarse a dormir para acercarse a la ventana de su cuarto y poder contemplar a su tan anhelado destino. 

Un día estando en la escuela, su maestra empezó a hablar del espacio, de las galaxias, de los sistemas solares y de todos los cuerpos celestes existentes en el universo. Federico estaba fascinado con ese tema y escuchaba atentamente a su profesora, hasta que llegado un momento se puso de pie, y preguntó con mucha curiosidad: 
-Maestra, ¿de dónde vienen las estrellas?
-Pues Federico, todas las estrellas al igual que todos los cuerpos celestes, son producto del "Big Bang". 
-¿Nuestro planeta también, maestra? 
-Sí, nuestro planeta también. Incluso cada uno de nosotros somos producto del Big Bang.  
-¡Wow! Es increíble, maestra. Muchas gracias. (Federico se sentó en su pupitre muy pensativo, y así se quedó hasta el final del día). 

Desde ese día Federico dejó de observar con tanto afán a las estrellas. Ahora él antes de dormir se tomaba un tiempo para observarse a sí mismo, y lo hacía con tanta fascinación que incluso algunas veces podía sentir como todo su cuerpo brillaba en medio de toda la oscuridad, al igual que una estrella.

♪♫ [Polvo de estrellas - Jorge Drexler]