Los ladrones ya le habían quitado casi todas sus cosas a los pasajeros que iban en los primeros asientos del bus, a mí por suerte no me había tocado el turno, y eso me dio un poco de tiempo para esconder algunas cositas entre los asientos para que no se me las robaran, la señora que iba sentada al lado mío estaba aterrada, lloraba mucho, y lloraba muy feo, hacia un sonido particular, como de flauta desafinada, se puede decir que me causaba cierta gracia en ese momento, la señora temía que la golpearan o algo por el estilo, y yo le decía que esté tranquila que sólo nos estaban asaltando, que suele pasar todo el tiempo (como si eso realmente calmara). Al señor que iba sentado adelante de nosotros lo golpearon porque no quería darles el reloj, el señor les decía que era un recuerdo de su difunta hija, pero poco les importó a los asaltantes, y entonces la señora empezó a llorar muy fuerte otra vez y esta vez hacia más fuerte aquel particular sonido, y quizá de los nervios o no sé que, pero se me escapó una carcajada, entonces vi que uno de los ladrones se me acercó muy enojado, y me dijo:
-Vamos a ver si te sigues riendo cuando te vacíe los bolsillos.
-Vamos a ver si te sigues riendo cuando te vacíe los bolsillos.
- Esto es todo lo que tengo brow, le dije mientras le mostraba mi obsoleto celular y mis apenas 50 centavos que tenía.
Se rió y me grito -¡Dame acá esas ayoras pelado hijueputa!
- No seas turro loco, luego no tengo para el bus (esto tampoco sé porqué lo dije).
- Chucha de tu madre que me los des antes de que te meta un tiro en la cabeza. Y me puso el revólver en la frente.
- Cálmate loco, no me vayas a matar por una tontería como esta.
Ya para este momento la vida me valía muy poco, o quizá demasiado, entonces empecé a decirle algo más o menos así:
- Loco, pero piensa, me vas a matar sin tan siquiera conocerme, que tal que te caigo muy bien, yo soy un gran tipo, bueno eso dicen mis panas, yo apuesto a que tú también debes ser agradable, bueno es decir, debe haber alguna buena razón para que tú hagas lo que haces, quizá algún familiar enfermo, quizá te obligan, o quizá sí te gusta hacerlo y lo disfrutas, pero loco, insisto, no me vayas a matar, mira que podríamos ser hasta panas, yo soy bien gracioso, incluso hasta me imagino, podríamos hacer plata juntos, pero no me refiero a robar, que tal si hiciéramos una película de esto, sí loco, imagínate, trataría de como un tipo que estaba a punto de matar a otro, decide no hacerlo, y luego el destino se encarga de juntarlos en un sin número de situaciones, o mucho mejor aún, que tal si hacemos un libro, a la gente le gusta eso de leer cosas que pueden suceder en la vida real que esté escrito sin mucha estructura, muy crudo y autóctono, piénsalo loco, podrías ganar un buen dinero.
- ¿Cosas que pueden suceder en la vida real? ¿Cosas reales?
- Sí, cosas reales, bueno, aunque la plena que esto no sucede todos los días, más bien parece una pesadilla, es decir un sueño.
- ¿Un sueño? ¿Un sueño? ¿Un sueño?
Y entonces vi su ojos de rabia, jaló el gatillo, y se escuchó el disparo, siento como agonizo, como la vida se me escapa, es horrible, pero entonces siento un repetitivo golpecito en el hombro, y una voz que dice "señor, señor, señor", me despierto, y veo al lado mío a un niño pidiendo que le pase un carrito de juguete que estaba debajo de mi asiento.
♪♫ [Pesares - Julio Jaramillo]