lunes, 19 de octubre de 2015

¿Felicidad, eres tú?

¿En qué momento pasó el invierno? En qué momento, que no me di cuenta ¿Tanto me distraje desde tu llegada que me perdí de toda la lluvia y el frío? ¿Y en donde están las tardes heladas y las calles mojadas? ¿Por qué de pronto todo está tan soleado si para mí todo era oscuridad? ¿Por qué de pronto siento abrigado mi pecho y calientito el corazón? ¿Y por qué recién ahora descubro flores hermosas en medio del que siempre fue un jardín montoso para mí? ¿Por qué justo ahora? Insisto ¿Por qué? ¿Será acaso que tú tienes algo que ver con todo esto?  

Si es así, por favor dime como lo haces, o mejor aún dime que no dejarás de hacerlo...
                                      ...y dime, por favor dime, que el invierno nunca más volverá.

♪♫ [Inoportuna - Jorge Drexler]

jueves, 15 de octubre de 2015

Frotándome la quijada. #5


Me quedé pensando en este tema del crecer y del madurar, y entonces tuve la idea de que tal vez la vida sigue más o menos una  lógica así: nacemos, nos desarrollamos, sentimos curiosidad, conocemos, tenemos dudas sobre ese conocimiento, agrandamos esas dudas, creemos encontrar la respuesta, descubrimos que no es así, nos aferramos a encontrar la respuesta, fallamos en el intento, dejamos de darle tanta importancia a esa duda, entendemos que lo desconocido también es parte de la vida, y entonces finalmente crecemos.

♪♫ [Claro de luna - Debussy]

lunes, 12 de octubre de 2015

El tiempo pasa y cuesta reconocer algunos cambios

El tiempo pasa y uno a veces ni cuenta se da.
Y es que todo es tan continuo e incesante que muchas veces no nos detenemos a observar los cambios y las consecuencias de nuestros actos con el paso del tiempo. Además, la verdad no sé de qué mismo se trata todo esto de crecer. ¿Se tratará de madurar? Pues yo la verdad nunca entendí muy bien que significada eso de madurar. No sé, creo que no me lo han explicado bien, o tal vez sí lo han hecho, pero yo no he querido entender. Tal vez por el miedo a que se trate de algo que no me guste, o peor aún, que no me guste, pero al entenderlo me de cuenta que yo me he convertido en esa persona que están describiendo: toda aburrida, temerosa de las consecuencias que puedan tener sus actos, en fin, sin espontaneidad. Ahora que menciono esa palabra, no sé si "espontaneidad" y "madurez" sean términos antónimos, pues últimamente me he dado cuenta que ya no soy tan espontáneo como antes. Es decir, me cuesta mucho decir algo sin antes pensarlo varias veces en mi cabeza. Y antes no era así. Yo sé que algo de bueno debe haber en ese cambio, porque tampoco es del todo bueno andar diciendo lo primero que a uno se le viene a la mente. ¡Ja! Incluso esto que acabo de decir me sorprende, porque me doy cuenta que sería mucho mejor decir las cosas como uno las siente y no como uno las piensa, porque además creo que sentir y pensar son dos cosas muy, pero muy distintas. Pero bueeeno, ¿y entonces en qué quedamos?, creo que me agrande aún más la duda que tenía al empezar a escribir este post. ¿Será que alguien tiene las respuestas a esas preguntas? ¿Será que vale la pena encontrar la respuesta a esas preguntas? ¿Qué es lo que vale la pena? ¿Vale más el pensamiento o el sentimiento? ¿Alguien más estará leyendo todo esto? ¿Y si lo hay, qué siente y qué piensa al leer todas estas ideas entreveradas? 
Bueno, será mejor que por hoy me calle y aprenda del silencio. 
¡Ja! Se suponía que el post terminaría en la línea anterior, pero al volver a leerlo me di cuenta que en realidad todas las repuestas a las preguntas que me hice están dentro de este mismo post. Sólo es cuestión de volver a leerlo, pero desde el final hasta el comienzo. Y encima más creo que resulta ser un excelente ejemplo de que hay que volver a la raíz del problema para encontrar la solución. Punto, listo, ahora sí. ¡Se acabó¡

♪♫ [She's electric - Oasis]