martes, 7 de julio de 2015

El despertar del monstruo

Al parecer se me acaban las maneras de aplacar las fuerzas de este monstruo que estuvo gran parte encerrado en mi memoria. Las cadenas con las cuales él estaba esposado dentro de mí cada vez se deterioran más y más. El tiempo es mi peor enemigo en esta situación. Y es que mientras transcurre el tiempo y se van oxidando más aquellas cadenas, el monstruo sigue haciéndose cada vez más y más grande, ya que me devora por dentro. Porque este monstruo es tan malévolo que está de a poco desgarrando mi conciencia con sus afilados dientes, la desgarra para comérsela. Así se alimenta él. Ya acabó con mi pudor y ya acabó con mi dignidad, y al parecer hará lo mismo con mi conciencia, eso lo puedo asegurar. 
A este monstruo yo lo he mantenido encerrado dentro de mí durante mucho tiempo. Al principio era muy pequeño y era muy sencillo mantenerlo bajo control, tanto así que a veces hasta me olvidaba de su existencia. Pero quizá ese fue el error más grave que cometí, subestimarlo. Porque mientras yo me iba acostumbrando a las bondades de una vida tranquila, él por dentro se burlaba de mí, de mi ingenuidad y de mi supuesta fuerza de voluntad. Este monstruo del cual les hablo se burlaba tan por lo bajo que recién ahora pude cobrar conciencia de la situación en la que realmente me encuentro. Pero de nada ha servido y quizá de nada servirá, porque las fichas parecen ya estar jugadas desde hace mucho tiempo. Quizá desde que decidí guardar a este monstruo dentro de mí. Porque no sería muy descabellado pensar que quizá yo mismo desee que esto sucediera, quizá inconscientemente yo mismo lo planifiqué, o quizá sea mi destino. 
Son muchas las posibilidades sobre esto que está sucediendo adentro mío, pero lo único que sé es que siento miedo, porque sé que cuando el monstruo por fin logre escapar de la jaula en la que ha permanecido por tanto tiempo encerrado, lo hará con mucha más hambre de venganza que la última vez, y con tanta fuerza que quizá esta vez ya me sea imposible reponerme de sus ataques y poder algún día encerrarlo de nuevo.
Pues bueno, después de haber manifestado cual es la situación de este problema que se presenta tan imponente ante mis ojos, sólo me queda esperar, esperar a que él monstruo termine de devorarme por dentro y que las cadenas se vuelvan tan débiles para que el monstruo logre escapar. Ese momento llegará, lo sé, y cuando eso suceda, sólo ahí dejaré de sentir miedo y entonces podremos los dos ser libres de nuevo.

♪♫ [Canción desde el abismo - Sudakaya]

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