lunes, 14 de diciembre de 2015

#2 Yo creo: en el amor

El amor, vaya palabrita, ¿no? Tanto se ha hablado del amor a lo largo de la historia y es increíble que aún existan cosas por decir sobre éste. Tantas palabras han estado relacionados hacia este fabuloso término, y ahora seré yo quien intente encontrar dentro de mí la afinidad correcta para explicar con precisión a modo de carta lo que mi mente tramite. ¡Ja! Pues bueno, esperemos no caer derrotados ante tal osadía.

El amor, yo creo que uno da amor a su pareja en la medida que se van dando las condiciones adecuadas para hacerlo. Esto quiere decir que la cantidad de amor siempre será acorde al tiempo que uno conozca a esa persona y al tiempo que tenga la relación.
Cuando uno empieza una relación es normal que pueda sentirse un poco inseguro sobre el cariño que sienta sobre la otra persona. Puede incluso sentir miedo a que ese cariño que se está entregando no esté del todo correspondido. Pero esto no siempre será así, porque con el paso del tiempo uno va conociendo más a lo otra persona y se va incluso conociendo más a uno mismo. Entonces empieza a soltar de a poquito más y más cariño, y de igual manera va perdiendo ese miedo que antes tenía.

Por todo esto es que es muy lógico pensar que mientras más pase el tiempo nos vamos a querer mucho más de lo que nos queremos ahora, y no es que en este momento no nos queramos. Porque de hecho nos queremos mucho, o al menos eso es lo que sentimos. 
Y para dejar muy en claro mi idea, a continuación explicaré cual es la concepción que yo tengo del amor, sí, del amor, aquella palabrita de cinco letras que muchos han querido descifrar. Y bueno, pues ahí te va lo que pienso.

(Ahora empieza lo bueno)

Yo sobre el amor pienso que es algo que uno nunca termina de entregar. Pienso que es algo infinito y perenne, siempre y cuando se lo esté viviendo con la persona indicada. Y es que  yo siento que el amor que nos damos ahora no va a ser nada comparado al que nos podremos dar en el futuro.
Porque al menos yo siento que te quiero mucho, un montón, pero también sé que conforme vaya pasando más el tiempo, te vaya conociendo más y se vaya fortaleciendo aún más la relación, voy a llegar a quererte muchísimo más, y quién sabe, quizás llegue a amarte, jajaja, pero eso sólo el tiempo lo dirá.
No sé si te parezca muy corriente esta comparación pero, yo también pienso que el amor es como una plantita a la que uno todos los días debe regar. Y no sólo eso, también se la debe podar para que pueda crecer muy sana. Hay que librarla de la maleza o de cualquier cosa externa o interna que pueda hacerle algún mal a ella. En fin, hay que cuidar mucho de la "plantita del amor", y este cuidado no sólo es responsabilidad de uno, sino de ambos.
De esta manera el amor, al igual que una planta, nunca deja de crecer si se le da el cuidado necesario. Incluso no sólo crece sino que incluso puede dar hermosas flores y también frutos muy maravillosos.
Pero, si no se la riega todos los días y se la descuida, va a empezar de a poco a marchitarse hasta que llegue el punto en que su sanación sea imposible y esté condenada a morir. Por eso es que yo pienso que el amor no es algo que se consiga en la relación. Y es que el amor no es como el fruto de la plantita. Es decir no es el producto final, el objetivo o la meta a la que uno debe aspirar a llegar, y luego haya que disfrutar del haber llegado a esta meta. No, por al contrario, el amor es sólo el camino que conduce a la meta que uno se proponga. Meta que debe buscar el bienestar de uno y de la persona con la que se está en la relación.
Porque además, si bien el amor es algo que cada vez se va fortaleciendo más, esto no significa que es algo inmortal. Por eso vuelvo a mencionar que la clave está en pensar que el amor no es algo se consiga, y que por el hecho de haberlo conseguido, ya es algo que está completamente seguro y que por lo tanto nunca morirá.
El amor es algo que entre más crece necesita de mayores cuidados, y aquí se establece uno de los mayores errores de muchas personas. El pensar que como ya es algo más o menos sólido se pueden dejar de lados ciertos cuidados que se le daba al inicio cuando éste aún era muy pequeño. Porque como ya dije antes, al amor, al igual que a una plantita se le debe dar el mismo o incluso mayores cuidados que el día en que se sembró su semilla, o en el caso del amor el día en que se decidió ser pareja con otra persona.

Bueno, y al menos en eso yo me comprometo contigo. En que cada día me esforzaré para enamorarte un poquito más, y también para que cada día me quieras un poquito más que el día anterior.
Y si es que nuestra suerte sea el estar juntos hasta viejitos, y lleguemos a tener más de cien años y tengamos más de  20 hijos, yo seguiría sorprendiéndote con besos en tus mejillas, te seguiría robando besos, y de igual manera continuaría diciéndote cada día  que eres la mujer más hermosa que he visto en toda la vida. Pero no lo haría sólo por decirlo, sino porque yo realmente lo sentiría de esa forma.
Pero sobre todas las cosas yo trataría de hacerte feliz... muuuy feliz. Y me inventaría cada día alguna bobada distinta para lograr que tú te rías a carcajadas, y también para que de esta manera te sigas enamorarndo más de mí jajaja. Sí, me comprometo a todo eso, para que de esta manera nuestro amor, nuestra pequeña plantita nunca deje de crecer.

Eso es todo. Espero que con esto haya quedado claro cual es mi postura, mi manera de pensar y de sentir sobre el tema del amor.

♪♫ [El amor después del amor - Fito Páez]

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

A que no te atreves a comentar, cobarde.